La IA necesita la nube y miles de millones de dispositivos conectados realizando cómputo de alto rendimiento. La velocidad de innovación y desarrollo en inteligencia artificial generativa (AI) no tiene precedentes. Y esto es solo el comienzo. Cómo, dónde y por qué utilizaremos esta tecnología será amplio, e irá más allá de nuestra imaginación. Las estimaciones iniciales valoran el mercado de AI generativa en 930.000 milones de euros.

Esta tecnología no solo tiene el potencial de cambiar cómo buscamos y creamos contenido, sino que también puede mejorar nuestras vidas diarias. Aportaremoos a continuación solo algunos ejemplos. Con AI generativa, tu teléfono inteligente puede convertirse en un asistente digital real, permitiéndote comunicarte de manera natural y recibir respuestas consideradas. Los usuarios de PC pueden utilizarla para leer o redactar correos electrónicos, redactar documentos y crear presentaciones automáticamente.

En los vehículos, un asistente de voz conversacional puede brindar recomendaciones para recargar el vehículo, comprar un permiso de estacionamiento o pedir la cena de camino a casa. Los quioscos y carritos dotados de inteligencia artificial en las tiendas ayudarán a los compradores a crear menús con recetas utilizando ofertas semanales, restricciones de presupuesto y preferencias familiares. Para aprovechar todo su potencial y satisfacer la creciente demanda, la AI generativa necesita tanto la nube como miles de millones de dispositivos conectados capaces de realizar cómputo de alto rendimiento en AI con bajo consumo de energía, como teléfonos inteligentes, PC y vehículos. Ahí es donde entra en juego la AI híbrida. Una arquitectura de cómputo de AI híbrida distribuye el procesamiento entre la nube y los dispositivos para optimizar la eficiencia y mejorar la experiencia general del usuario.

El procesamiento de AI generativa puede ejecutarse directamente en el dispositivo, enviarse a la nube según sea necesario o combinarse de ambas formas, todo de manera transparente para el usuario.

Los usuarios esperarán una experiencia similar a una búsqueda tradicional, que pueda mostrar resultados en menos de un segundo. Cumplir con estas expectativas sería demasiado costoso para escalar utilizando procesamiento basado en la nube, especialmente durante momentos de alta demanda, con garantía de calidad de servicio.

Los centros de datos son intensivos en energía y costosos. Se estima que el costo de cada consulta de búsqueda web de AI generativa es 10 veces más alto que utilizar una búsqueda tradicional. Con más de 10 mil millones de consultas al día, el costo adicional podría ascender a miles de millones de dólares anuales, y la búsqueda web es solo una de las muchas formas en que esta tecnología transformará múltiples industrias.

Además del costo, ejecutar todo el procesamiento de inferencia en la nube plantea desafíos en términos de privacidad, confiabilidad y rendimiento. Cuando una solicitud se envía a la nube, los datos abandonan el dispositivo, lo que puede generar preocupaciones de seguridad. De hecho, problemas regulatorios y de cumplimiento ya han llevado a la desactivación temporal de algunos de estos modelos debido a la recopilación y al almacenamiento de los datos personales en los que se basaban.

La inteligencia artificial híbrida es inevitable. A medida que continuamos encontrando nuevas formas de utilizar la A.generativa, la demanda de infraestructura en la nube explotará. El procesamiento de AI híbrida es la próxima transición en la informática, al igual que hemos presenciado la evolución desde los mainframes hasta los equipos de escritorio y la combinación actual de la nube y dispositivos en nuestras manos.

Aprovechar la potencia de procesamiento de dispositivos de alto rendimiento y bajo consumo de energía permitirá que la inteligencia artificial generativa escale de manera eficiente. La nube y los dispositivos trabajarán juntos para ofrecer experiencias de próxima generación a través de capacidades de AI poderosas, eficientes y altamente optimizadas.